Esta es la última escena de reclutamiento por este gameplay. Ya en un segundo juego, probablemente de la ruta con Alex, sacaré a los otros 3 subordinados.
Lo que estará en cursiva son tanto la voz del narrador como las indicaciones que pondré yo, para dar un poquito de contexto.
Platina Disc: Capítulo 1
Reclutamiento - Carrol 1
(Ciudad marginada.)
Platina: “Qué ciudad tan sucia... Debe ser
un suburbio...”
Jade: “Hay muchas ciudades y pueblos como éste, si uno se aleja de la capital. Este es un lugar donde “el poder es
justicia”, así que a los perdedores sólo les espera un final como este.”
Platina: “Así que es el último lugar al
que llegas, después de caer en desgracia...”
Jade: “Está bien para los que cayeron.
Ellos mismos se lo buscaron. ...El problema son los que nacieron aquí. Eso sí es
complicado. ...Desde el principio están en lo más bajo, así que para ascender
requieren de un tremendo poder y suerte.”
Platina: “Si quiero reinar sobre Naraku,
es un lugar que no puedo ignorar.”
Jade: “Así es. La realidad es que la
brecha entre ricos y pobres es bastante grande. Ahora, el gobierno del Rey de
Naraku se ha estabilizado, pero por mucho tiempo hubieron disturbios considerables. Aún hay muchos que no están conformes, aunque la mayoría no
lo expresan en voz alta.”
Platina: “...¿Por qué?”
Jade: “Se lo dije, ¿no? “En Naraku, el
poder es justicia”. Si expresas molestia y llegas a ofender a alguien de la
clase real como usted, te cortarían la cabeza de inmediato.”
Platina: “...Yo no haría eso.”
Jade: “Aunque usted no lo haría, otros
sí.”
Platina: “...”
Jade: “Por más inteligente que usted sea,
Platina-sama, si sólo es usted, Naraku no se transformará en un buen lugar de
la nada. ...Los otros deben volverse tan inteligentes como usted para que eso
suceda.”
Platina: “......Ya veo.”
Jade: “Bueno, no es algo que se vaya a
lograr de la noche a la mañana. Hay que hacer cambios con paciencia. Por
ahora tiene que conocer la realidad primero. Eso le servirá algún día.”
Platina: “...¿Crees que en
esta ciudad hay alguien que pueda serme útil?”
Jade: “Quién sabe. ...Pero seguramente las
probabilidades no son nulas. Si hay alguien que esté tratando de ascender desde
el lugar más bajo posible, me gustaría pelear junto a ese alguien. ...Si es que
existe una persona así, claro.”
Platina: “Tienes razón. ...Busquemos,
entonces.”
Jade: “Ok. Entonces volveré a preguntar
por ahí. Usted espere aquí un momento, Platina-sama. Tendré problemas si de
repente ocurre alguna emergencia y usted se ha quedado sin energía por estar
dando vueltas sin sentido.”
Platina: “...Ok. ...Ve.”
Jade: “Entendido.”
(Jade se marcha.)
Platina: “Hmph... Sí que me cansa salir al
exterior. Apropósito, hay muchos niños... Qué ciudad más extraña...”
(ruido)
Niño A: “...”
Platina: “¿...? ¿Qué fue eso?”
Jade: “¡¡Platina-sama, qué está
haciendo!!”
Platina: “¿Qué pasa, que estás tan pálido?”
Jade: “¡Usted es quién no debería
descuidarse! ¡Le acaban de robar!”
Platina: “Que me robaron, ¿te refieres a
mi billetera? ...Sólo tenía esa cosa porque tú me dijiste que la llevara
conmigo, y no tiene más que unas cuantas monedas, ¿recuerdas?”
Jade: “¡Ese no es el problema! ¡No puede
andar bajando la guardia ni ante un niño como ese!”
Platina: “...¿Y acaso hubo algún problema?”
Jade: “¡Claro que lo hay! ...Bueno, al
menos no hubo pérdidas.”
Platina: “Además... aunque para mí sean
unas cuantas monedas, para el niño que me robó debe ser una gran cantidad de
dinero, ¿verdad?”
Jade: “...”
Platina: “...”
Jade: “...*suspiro* ...Debería dejar de
ser tan bondadoso, para que no termine creyendo que por mostrarles un
poco de caridad los va a haber salvado.”
Platina: “...Entonces, ¿deberíamos
perseguirlo?”
Jade: “Haga lo que quiera.”
Perseguirlo.
Platina: “Ok... Lo seguiré, entonces.”
(En otra parte del pueblo)
Platina: “Ya me había llamado la atención antes, pero...
¿por qué sólo hay niños aquí?”
Jade: “Es verdad. A mí también me llamó la
atención. Primero simplemente pensé que estaban fuera de la ciudad, pero es anormal que no hayamos visto ni un solo adulto hasta ahora.”
Platina: “...¿Crees que pasa algo en
especial?”
Jade: “¿Debería investigarlo?”
Platina: “.....Sí. Me preocupa, después de
todo.”
Jade: “Entendido. ...Ah, ¡mire!”
Platina: “Parece que es el niño de antes.”
Jade: “¡Atrapémoslo!”
Platina: “¡Oye, Jade! ......Por Dios, no
hay nadie que lo detenga cuando se enoja por algo.”
Jade: “¡Urgh!”
Platina: “¡:..!”
Hombre con sombrero: “No es muy bonito que
un venerable adulto esté persiguiendo por todas partes a un niño.”
(Pantalla roja por un segundo.)
Jade: “...Ay ay ay.”
Platina: “...Oye, ¿estás bien?”
Jade: “No pensé que de repente recibiría
un hechizo ofensivo. ...Señor, ¿no cree que está siendo demasiado radical?”
Hombre con sombrero: “Lo soy porque ustedes, los de afuera, se empeñan en meterse en nuestro pueblo. ...Lamento decirles que aquí no hay
nada que les interese. Ni mujeres, ni alimento, y obviamente dinero tampoco.”
Jade: “...Señor, usted está asumiendo que somos enemigos, ¿eh...? Nosotros no somos bandidos ni cobradores.
Si hay algo que decir, es que nosotros somos las víctimas aquí.”
Hombre con sombrero: “...”
Platina: “Oye, el niño... ya no lo veo.”
Jade: “¡Ah, es verdad! ...Se nos escapó.”
Hombre con sombrero: “¿Acaso hizo algo?”
Jade: “Nos robó. ...Aunque sea poco, el
dinero es dinero. Bueno, también fue porque mi jefecito aquí estaba en la luna,
así que no puedo echarle toda la culpa.”
Hombre con sombrero: “.....Ese niño hizo
eso. ...Entiendo.”
Jade: “¿Eh? Oiga, ¿a dónde va?”
Platina: “Parece que fue a buscar al
niño...”
Jade: “Me imagino que
no se le ocurrirá mandarlo a volar con magia como lo hizo conmigo recién, ¿verdad? Siendo un niño, no quedaría sólo con heridas menores.”
Platina: “...Sigámoslo.”
Jade: “...Sí, Platina-sama.”
(En otra parte del pueblo.)
Platina: “...No están por ningún lado.”
Jade: “¿Qué hacemos, Platina-sama?”
Platina: “Por Dios, no pensé que
pasaríamos por tantos problemas sólo por unas moneditas.”
Jade: “Es que aunque sea poco sigue siendo
dinero, ¿no? Igual es una pérdida. Además, nos robó, ¡no lo puedo perdonar!”
Platina: “Aun cuando no te muestras así de
alterado por nada más que por dinero... Por Dios.”
(Llega el hombre con sombrero.)
Platina: “¡...!”
Hombre con sombrero: “¿Esto es lo que les
robaron?”
Platina: “Esto es...”
Jade: “Es el monedero que le robaron,
¿verdad?”
Hombre con sombrero: “Ya le di un sermón a
ese niño. ...Reconoció que obró mal, así que perdónenlo, por favor.”
Platina: “...Ya veo. De todas formas, yo nunca
estuve enojado por esto.”
Jade: “Yo no tengo quejas siempre y cuando
recuperemos nuestro dinero. ...La billetera no tiene sangre, así que nos
preocupamos por nada, ¿eh?”
Hombre con sombrero: “...Aun así, ustedes
también tuvieron algo de responsabilidad. No pueden quejarse de que les hagan
algo si andan merodeando por ahí sin preocupaciones, con esas ropas tan
costosas.”
Jade: “Lástima para ustedes, pero estoy
seguro de que les ganaría si me enfrentaran limpiamente.”
Hombre con sombrero: “...”
Platina: “Aun así, realmente no hay más
que niños en esta ciudad, ¿eh? ¿No hay nadie que sea mayor que tú?”
Hombre con sombrero: “No alcanzan a crecer para convertirse
en adulto. ...Sólo por eso es que no hay.”
Platina: “...¿No crecen?”
Hombro con sombrero: “Les daré una
advertencia. Si no quieren volver a pasar por algo malo, no vuelvan a acercarse
a este lugar, por favor. Aunque no sea nada para ustedes, hay cosas que
nosotros no podemos soportar. ...No les pediré que lo entiendan. Pero, si no lo
entienden... no se involucren con nosotros y déjenos en paz, por favor.”
Platina: “...”
Hombre con sombrero: “...No, esto no es
una petición. Es una advertencia. ...Con eso, me retiro.”
(Se marcha.)
Platina: “...Hmph, así que ahora nos amenaza.”
Jade: “Eso significa que la próxima vez
que nos veamos nos atacará con todo. Es un chico peligroso, por más sereno que
se vea su rostro.”
Platina: “...¿Podría decirse que él es el
jefe de esta ciudad?”
Jade: “Quién sabe. ...Aunque a mi parecer,
es demasiado joven para serlo.”
Platina: “A mí me parecería normal que lo fuese, siendo que sólo hay niños aquí.”
Jade: “Aun así, estaría al nivel del jefe de
una pandilla de niñitos, ¿no? No sé de dónde saca esa extraña auto-confianza.
Aunque es verdad que tiene bastante habilidad para la magia. Aun así, a mí
igual me agradan los sujetos que confían en sí mismos sin ninguna base. Ser
imprudente y temerario, de cierta forma, también son fortalezas.”
Platina: “...Deberíamos considerarlo entre
nuestras opciones.”
Jade: “Tiene razón. Averiguaré más sobre
él. Le haré saber en cuanto sepa más de esta ciudad.”
Platina: “...Ok.”
(Mapa)
Jade: “Príncipe, ¿a dónde nos dirigiremos
ahora?
(Volvemos a la ciudad marginal.)
Jade: “*suspiro*... ¿Qué debería hacer
ahora?”
Platina: “¿Qué pasa? Has estado quejándote
todo este rato.”
Jade: “Ah, lo lamento. Es sólo que las
cosas se complicaron un poco.”
Platina: “¿Es acerca de ese hechicero?”
Jade: “Así es. Platina-sama, es sólo una sugerencia
mía, pero creo que es mejor que desista de querer convertir a ese hombre en su
subordinado.”
Platina: “...Qué raro que te retractes de
algo que dijiste. ¿Qué es lo tan terrible?”
Jade: “Ese hombre es un ángel.”
Platina: “¿¡...!?”
Jade: “Sólo bromeaba.”
Platina: “...”
Jade: “¡Ahhh, bueno, bueno, no saque su
espada, por favor!”
Platina: “Tus bromas no tienen gracia.”
Jade: “Discúlpeme por eso. Siendo
sinceros, la verdad es que es de sangre mestiza.”
Platina: “¿Mestizo...?”
Jade: “Es hijo de un ángel y un demonio.
La tendencia en Naraku es que cualquier cosa vale, pero esto sí que es
inaceptable. Son seres cuya existencia está prohibida.”
Platina: “Pero él no tenía alas.”
Jade: “Lo misterioso es que, aunque sean
mitad y mitad, hay muchos casos en que no heredan el tener alas. Aun así, su
poder mágico es notablemente más fuerte que el de los demonios comunes. Además,
no es como que no hayan otros que sí las tienen.”
Platina: “¿Sujetos que sí tengan alas?”
Jade: “Son muy escasos, eso sí. Y tampoco
son alas como tal. Sólo unas pequeñitas así, en su espalda.”
Platina: “...¿Y qué tiene que ver todo
esto con ese hechicero?”
Jade: “La herejía, en el mundo que sea,
siempre será oprimida. Además, la fuerza más poderosa siempre será el poder de
“los números”. Por más hábil que sea una sola persona, de todas formas estará indefenso
frente a las masas. Probablemente esa sea la razón por la que él odia
deliberadamente a los demás. Después de todo, esta ciudad debe estar
constituida completamente por familias de esa clase de inadaptados. Es
decir, vendría siendo la tierra santa a la que, después de tanto sufrimiento,
llegaron las ovejitas expulsadas del paraíso.”
Platina: “...¿Todos en esta ciudad?”
Jade: “Sí, probablemente. Eso también
explica por qué no hay más que niños. A la mayoría de los niños mestizos los
persiguen, así que es inusual que logren sobrevivir hasta ser adultos.”
Platina: “...”
Jade: “Ah, parece que arruiné su buen
humor. Sin embargo, la realidad seguirá inmutable aunque aparte la mirada.”
Platina: “...Lo sé. Aun así, me pregunto
cómo han permitido que suceda todo esto.”
Jade: “Por eso, en Naraku el “poder” lo es
todo. No es una exageración decir que, hoy en día, los demonios reinamos por
sobre todas las cosas en estas tierras. Es inevitable que las minorías deban
someterse ante el poder absoluto de las masas.”
Platina: “...Tú no ves a los mestizos como
demonios, ¿eh?”
Jade: “...No sé... ¿quién sabe?”
Platina: “...”
Jade: “No son muy distintos en apariencia,
su poder mágico es bastante alto y, tal vez porque su sangre está mezclada con
la de los ángeles, suelen tener rostros muy bellos. Como raza, puede que sean
muy superiores a nosotros. No son demonios, ni tampoco ángeles. Ahora que los
descendientes de la antigua raza desaparecieron hace mucho, puede que ellos,
los mestizos, resulten ser nuestros mayores enemigos en la guerra por la
supervivencia.”
Platina: “...Hmph, suena a que no estás convencido de ni una pizca de lo que acabas de decir.”
Jade: “Aun así, la mayoría de los demonios
opinan eso. Aunque racionalmente lo uno entienda, no siempre logramos que
nuestras acciones se condigan con ello. En eso consiste la discriminación.”
Platina: “...”
Jade: “No es tan fácil desprenderse de
creencias que han calado profundo y por tanto tiempo. Es algo que se ha repetido
por un periodo de tiempo cientos de veces más largo de lo que usted ha vivido,
Platina-sama. ¿O es que cree que puede crear un mundo en el que esto no suceda
para nada?”
Puedo hacerlo.
Platina: “...Aun así, si no lo hago, las
tragedias sólo seguirán ocurriendo.”
Jade: “En eso tiene razón.”
Platina: “Igualmente, son gente inocente de
Naraku, al vivir aquí. Si seguimos enfrentándonos entre nosotros, los del Cielo
nos destruirán, y será nuestro fin. Acabaré con la discriminación sin sentido.
Si logro convertirme en rey, claro está.”
Jade: “...Sus nobles ideales son
suficientes. Que con ello pueda conmover sus corazones, es otro asunto.”
Platina: “...¿Por qué?”
Jade: “...Su punto de vista es extremadamente
maravilloso, Platina-sama. Aun así, es sólo un punto de vista desde una
posición de privilegio y seguridad. No lo olvide, Platina-sama: usted es el
príncipe de Naraku. Será quien lidere a aquellos que los han perseguido.”
Platina: “...Yo...”
Jade: “No podrá librarse diciendo que
usted no ha hecho eso. Para ellos definitivamente será juzgado como uno de
esos.”
Platina: “Ya, entonces, ¿cómo hago para
que acepte ser mi subordinado? Para poder probar quién soy, tengo que hacerle
saber mi estatus social, ¿no?”
Jade: “Así es. Por eso mismo creo que
debería olvidarse de esto. Es mucho trabajo y, además, aun si logra que sea su
aliado, no podemos estar seguros de que no vaya a apuñalarlo por la espada en
cualquier momento.”
Platina: “No puedo confiar en él, dices.”
Jade: “Ese juicio se lo dejaré a usted,
Platina-sama.”
Platina: “...”
Jade: “Bueno, si sólo es ir, pues podemos
ir. Después de todo, también tengo que llegar al fondo de la información que
recolecté.”
Platina: “...”
(Frente a una iglesia, en la misma ciudad.)
Jade: “Buenas~. ¿Hay alguien ahí~?”
Platina: “...Qué silencio. Aun así, siento
algunas presencias...”
Jade: “Definitivamente están haciendo como
que no hay nadie. Bueno, es verdad que somos sospechosos.”
Platina: “¿Ah sí?”
Jade: “Muy sospechosos.”
Platina: “...Ya veo.”
Jade: “*suspiro*... Platina-sama, en ese
aspecto usted es muy ingenuo.”
Niño: “......¿Qué quieren? ...Ah.”
Platina: “...Tú eres el niño de esa
vez...”
Jade: “¡Wa, espera! No es como que hayamos
venido a atraparte.”
Niño: “...¡Sálvame, Carrol!”
Platina: “!”
(La pantalla brilla en blanco por unos segundos.)
Jade: “¡Uwaa! ...Qué cosa tan peligrosa
nos lanzó.”
Platina: “Una trampa que reacciona con
palabras en específico. Qué cosa más ingeniosa construyeron...”
Jade: “No es momento de admirarlos. Un
poco más y nos hubiera matado.”
Platina: “Tienes razón.”
Jade: “¿¡Sólo eso va a decir...!?”
Platina: “No es como que si hayamos
muerto, así que no importa. Lo que sí importa es que ya no hay forma de abrir la
puerta.”
Jade: “Ahh, no sólo está cerrada con
llave, también con magia. Será muy difícil disolver este hechizo.”
Platina: “Hmph... Pero parece que este es
el único lugar en el que podría encontrarlo.”
Jade: “¿Qué tal si venimos de nuevo
después?”
Platina: “Sí...”
Persistir.
Platina: “...Mejor esperemos.”
Jade: “Entendido. Insistamos un poco más.
Además, ese niño sí que nos malinterpretó. Si le hablamos desde nuestra
perspectiva, sólo nos verá con más y más desconfianza.”
Platina: “...Tienes razón.”
Carrol: “...”
Jade: “Ah.”
Carrol: “Así que volvieron aquí, sin mostrar
ningún arrepentimiento.”
Jade: “Vaya, vaya, no diga eso. ¿No
podría concedernos la palabra un momento?”
Carrol: “No tengo nada que hablar con
ustedes. ...Muévase, por favor. ...¿Nn?”
Platina: “Tu magia es espléndida. No
podrías haber construido una trampa así con un poder promedio.”
Carrol: “¿Ustedes fueron los que tocaron
esto?”
Jade: “Un poco más y nos hubiésemos
despedido de nuestras cabezas.”
Carrol: “Eso... es una pena. Hasta ahora
había sido 100% efectivo.”
Jade: “Entonces deberíamos celebrar que
somos el primero y el segundo en salvarse.”
Carrol: “Así veo. ...Le haré unas
mejoras.”
Jade: “¿No podría concedernos un poco de
su tiempo a nosotros, para celebrar que rompimos el récord? Como le dijimos
antes, no es que hayamos venido por algo malo.”
Carrol: “Y yo también se los dije, ¿no?
Que la próxima vez que nos viéramos, no tendría clemencia.”
Jade: “Lo recuerdo, pero puede pelear con
nosotros después de escucharnos, ¿verdad? Además, que peleemos aquí sólo le
traerá problemas a los vecinos, ¿no cree?”
Carrol: “......Eso es verdad. Ustedes...
se ven bastante fuertes. Tal parece que no podría derrotarlos en un instante.”
Jade: “Qué bueno que lo comprende.”
Carrol: “Escucharé lo que tienen que
decir. ...Sin embargo, no se olviden que esta casa es mi fortaleza. Si pasa
algo raro, lo que recibirán no será al nivel de lo que pasó cuando tocaron al
timbre.”
Jade: “Qué iglesia más desagradable...”
Carrol: “...Adelante.”
Niño: “¡Bienvenido a casa, Carrol~!”
Carrol: “Ya llegué, niños...”
Niño: “¿Sabes, sabes? Recién estuvieron aquí esos
tipos que vinieron hace un tiempo. Los echamos con uno de tus hechizos, ¿pero
qué hacemos para deshacernos de los restos? Pareciera que tenían dinero, así
que sería una pena simplemente botarlos. Me gustaría tener ropa nueva~.”
Jade: “...Perdóname, pero no estamos
muertos.”
Niña: “¡Ah!”
Platina: “...”
Carrol: “Decidí escuchar lo que tienen que
decir. No se preocupen. Si pasa algo, yo los protegeré. ...Por cierto, ya se
los he dicho muchas veces, pero no deben hacer esas cosas, porque las maldades
se convierten en hábitos. ...¿Entendido?”
Niño: “Sí... Entendido, Carrol.”
Carrol: “Basta con que lo comprendan.
...Son buenos niños, ¿verdad?”
Niño: “...Sí, soy un buen niño. ...Seré un
buen niño.”
Jade: “...”
Platina: “...”
Carrol: “Ya, entonces vayan todos para
allá un rato. Yo voy a conversar con estas personas.”
Niño: “O-Ok... Pero, ¿estarás bien?”
Carrol: “Yo soy fuerte, así que estaré
bien.”
Niño: “...Sí, entonces... nos vemos
después. Es una promesa.”
Carrol: “Sí.”
(El CG desaparece, y continuamos dentro de la iglesia.)
Jade: “Sí que están apegados a usted.”
Carrol: “......Es porque ya no pueden
depender de nadie más que de mí.”
Platina: “...Huérfanos.”
Carrol: “Así es.”
Jade: “¿Usted también?”
Carrol: “Yo tuve a mi madre por un tiempo.
...Ya falleció, eso sí. ¿Acaso vinieron a preguntar estas cosas?”
Jade: “No, no, no es eso. ¿Cierto,
Platina-sama?”
Platina: “......¿No querrías trabajar para
mí?”
Carrol: “...¿Eh?”
Jade: “Lamentamos que sea tan repentino,
pero de eso es lo que vinimos a hablarle.”
Platina: “Quiero que me brindes tu poder.
Actualmente estamos buscando personas poderosas, para poder lograr cierto
objetivo. Tú lo dijiste recién, ¿no? Que eras “fuerte”.”
Carrol: “...Ya me estaba preguntando qué
iban a decir.”
Jade: “...No es una broma, ¿sabe? Se lo
estamos ofreciendo en serio.”
Carrol: “Es imposible para mí. ...No sé
qué es lo que quieren que haga, pero seguro que es para matar a alguien,
¿verdad?”
Jade: “Eso... Hmm, es verdad que es algo
así, pero...”
Carrol: “Ustedes siempre tienen esa
actitud. Siempre quieren hacernos cargar con el trabajo sucio por ustedes.”
Platina: “...Es verdad que es como un
trabajo de asesino. No debería ser un mal trato para ustedes.”
Carrol: “¿Ah no?”
Platina: “Si yo gano, me encargaré de
disipar todo lo que les cause preocupación.”
Carrol: “...”
Platina: “Es verdad que requeriré que
hagas eso por mí. Pero no vas a obtener lo que deseas si sólo te dedicas a utilizar
tu poder para deshacerte de los que irrumpen en tu día a día. Siendo así, creo
que es más interesante apostar por un camino que aún representa una oportunidad.
Bueno... es tu decisión.”
Carrol: “...No hay forma en que puedas
lograr eso. Pueden decir eso porque ustedes no saben nada de nada.”
Platina: “¿Te refieres a que ustedes son
mestizos de ángel y demonio?”
Carrol: “¡...! ...Si saben eso, por qué insisten...”
Platina: “Porque por mí no hay problema.”
Carrol: “¿Por qué?”
Platina: “Porque aún no te conozco.”
Carrol: “Pero recién tocaste la trampa y
casi moriste, ¿no?”
Platina: “Pero no estoy muerto. No hay
problema.”
Carrol: “...”
Jade: “Lo lamento. Mi jefecito es un poco
ingenuo con esas cosas.”
Carrol: “......Aun así, es imposible que
pueda lograr algo como eso. Seguramente nadie puede lograr lo que yo deseo.
Sería distinto si dijeras que eres el Rey de Naraku, eso sí.”
Platina: “...Ya veo.”
Carrol: “Así es.”
Platina: “Entonces, con más razón deberías
colaborar conmigo.”
Carrol: “...¿Eh?”
Platina: “Yo me convertiré en el Rey
de Naraku, después de todo.”
Carrol: “...”
Platina: “Volveré dentro de un tiempo.
Para ese entonces, ten lista una respuesta.”
Carrol: “¡E-Espera, por favor!”
(Afuera de la iglesia.)
Carrol: “Que vas a convertirte en el Rey
de Naraku... ¡Eso es imposible! ¡Yo no seré participe de una rebelión!”
Platina: “......¿Rebelión?”
Jade: “Platina-sama, no le ha dicho quién
es usted. ¿Acaso se le olvidó?”
Carrol: “¿Eh?”
Platina: “...Ah, ahora que lo dices, es
cierto.”
Jade: “Carrol-san, él es un príncipe, así
que no tiene de qué preocuparse.”
Platina: “...Eso mismo.”
Carrol: “Eh... ¿E-eh...?”
Jade: “Entonces, nos vemos después.”
Carrol: “Eh... ¿Un príncipe...?”
(Mapa)
Jade: “Príncipe, ¿a dónde nos dirigiremos
ahora?”
(Si decidimos ir con Carrol)
Jade: “¿Va a ir donde Carrol-san? Aún no
termino de hacer las averiguaciones correspondientes, por lo que me gustaría
que lo pospusiera para más adelante. Ya, entonces vamos a otro lugar.”
Platina:
“Qué ciudad más animada.”
Jade:
“Es verdad. Puede que sea la ciudad más próspera por estos lares. ...¿Está
bien?”
Platina:
“...”
Jade:
“Bueno, esto pasa cuando se junta mucha gente. En todas partes es igual.”
Platina:
“Esto sí que es una multitud. ...Me hace sentir mal.”
Jade:
“Es la primera vez que viene a un lugar tan concurrido, después de todo.
Pero tiene que acostumbrarse a esto. Entre más experiencia de vida junte, con
el tiempo, esto ya no le afectará.”
Platina:
“¿En verdad funciona así...?”
Jade:
“Claro que sí. Ya, entonces, ¿hay algo en especial que quiera ver? Ya que
estamos aquí, me gustaría cumplir sus expectativas lo más posible.”
Platina:
“...¿Acaso es momento de estar haciendo turismo?”
Jade:
“Es que si de inmediato pone todo su entusiasmo en lo que nos compete,
pronto se quedará sin aliento. Bueno, no hay prisa, no hay prisa.”
Platina:
“Es mejor acabar las cosas cuanto antes. Hasta un mínimo retraso
puede llegar a ser fatal.”
Jade:
“Bueno, en eso tiene razón, pero...”
Platina:
“...Quiero adelantarme a mi hermano. ...Vamos.”
Jade:
“*suspiro*... Entendido. Ya, entonces, adentrémonos en la ciudad. Aunque allí
habrá aún más gente de la que hay aquí.”
Platina:
“...¿Más que... aquí?”
Jade:
“Por supuesto. Ya que estamos buscando a alguien, es obvio que debemos ir a
donde hay muchas personas.”
Platina:
“...”
Jade:
“Aunque ahora no quiera, usted fue el que tomó esta decisión.”
Platina:
“...Ya lo sé.”
(En
otro lugar de la ciudad.)
Platina:
“...Y, en concreto, ¿cómo lo buscaremos? No creo que sea el caso, pero ¿no
pretenderás ir averiguando uno por uno?”
Jade:
“Claro que no. Ni yo podría hacer algo así. Después de todo, su escasa energía no
sería suficiente como para lograr encontrarlo dando vueltas a ciegas,
Platina-sama. Hmm, cierto... Ya casi se esconde el sol. Teóricamente, lo más
apropiado sería ir al bar. Se sabe que los sujetos fuertes suelen beber
alcohol. Aunque hay muchos que se vuelven vulgares sólo por beber un poco de
alcohol, eso sí.”
Platina:
“Alcohol, ¿eh?...”
Jade:
“Lo otro que podemos hacer es dar vueltas por aquí, preguntando en las tiendas
de este vecindario. Podríamos enterarnos de algún rumor que nos pueda ser
útil.”
Platina:
“...Hmm.”
Jade:
“Bueno, personalmente creo que es más fácil que demos con lo que buscamos si
vamos al bar. El alcohol hace que la gente hable más fácil, después de todo.
Haremos lo que usted prefiera, Platina-sama.”
Conseguir
información.
Platina:
“Ok... Tú ve al bar.”
Jade:
“Bueno, me parece razonable. Desde el principio sabía que no podía dejarlo ir a
un lugar como ese, Platina-sama.”
Platina:
“Entonces hagámoslo así.”
Jade:
“Aun así, tenga en cuenta que vamos a conseguir información, así que no debe
ser demasiado coercitivo. Tendremos problemas si se sabe que usted es un
príncipe.”
Platina:
“...Ya lo sé.”
Jade:
“Entonces, volveré antes de que la luna se esconda tras ese techo.”
Platina:
“...Vete de una vez.”
Jade:
“Ok, ok. Ya, nos vemos después.”
(Jade
se marcha.)
Platina:
“Hmm, sí que le gusta hablar y hablar en vano. ...Ok, vamos entonces.”
(Golpe)
Platina:
“¡...!”
Delincuente:
“Oh, oh, ¡estuvo cerca!”
Platina:
“...”
Delincuente:
“¿Escuchaste como sonó? ¡PAM! Ahhhh, duele, sí que duele. ¿Cómo me compensarás por esto?”
Platina:
“...¿De dónde eres? No eres de la Capital, ¿verdad?”
Delincuente:
“¿Ahh?”
Platina:
“...Parece que no entiende lo que le digo. Tú fuiste el que chocó contra mí.
...Si te lo digo así, ¿entiendes?”
Delincuente:
“¿¡Te estás burlando de míiii!? ¡Claro que entiendo sin que hagas tantos
gestos!”
Platina:
“...Si lo entiendes, ¿por qué me gritas con rabia?”
Delincuente:
“Qué carita más pretenciosa tienes... Y además qué buena ropa llevas puesta.
Debes tener bastante dinero, ¿verdad? En compensación, suelta todo lo que
traes. Si lo haces, puedo dejarte ir.”
Platina:
“...¿Qué quieres que deje?”
Delincuente:
“¡Ahhhhh! ¡Te digo que chocaste conmigo y ahora mi maravilloso hombro está
herido!”
Platina:
“...¿Eso es una herida? ...Vaya.”
Delincuente:
“¿Q-qué pasa? ¿¡Quieres pelea!?”
Platina:
“...Me aseguraré de que eso en verdad sea una herida.”
Delincuente:
“Vaya, si tanto quieres pelear, ¡que así sea... urgh!”
(Golpecito)
Hombre
pelirrojo: “...Sí, sí, ya es suficiente. Por Dios, qué problemas dan éstos.”
Delincuente:
“Urghhhh...”
Platina:
“...¿Quién eres?”
Hombre
pelirrojo: “Lo siento, chico. El que estaba siendo irracional era él, pero
perdónale, por favor. Es un imbécil, pero no es mala persona.”
Platina:
“...Eres un amigo suyo, ¿eh?”
Hombre
pelirrojo: “No, es un cliente frecuente de mi tienda. Normalmente es un simple
tipejo, pero se pelea con todo el mundo cuando está ebrio.”
Platina:
“...Qué fastidioso.”
Hombre
pelirrojo: “En serio lo siento. Pero si lo derrotan aquí de un día para otro,
su familia lo pasará mal. ¿Podrías guardar tu espada?”
Platina:
“...”
Hombre
pelirrojo: “En serio te lo agradezco.”
Platina:
“...No importa. No es como que fuese a pelear por gusto. ...Aun así, qué buen
sonido hizo.”
Hombre
pelirrojo: “Ahhh, está bien, está bien. Nadie se dará cuenta si sólo está un
poco peor. No va a cambiar mucho la cosa sólo porque le llegó un piedrazo.”
Platina:
“...Lanzas bien.”
Hombre
pelirroja: “Me honras con tus halagos. Es verdad que confío en mi habilidad
para lanzar.”
Platina:
“Ya veo. ...¿Puedo hacerte una pregunta?”
Hombre
pelirrojo: “¿Hn? ¿Qué cosa?”
Platina:
“Debido a ciertas circunstancias, ahora estoy buscando personas fuertes. ¿Quién
sería el más fuerte en esta ciudad? Si se te ocurre alguien, me gustaría que me
lo dijeras.”
Hombre
pelirrojo: “Alguien fuerte, ¿eh?”
Platina:
“Con un rumor basta.”
Hombre
pelirrojo: “Si estás buscando a alguien hábil, ¿no es más rápido preguntar en
el Gremio? Por lo que se ve, tienes bastante dinero, así que de esa forma te
ahorrarías futuros problemas.”
Platina:
“...Es que no puede ser alguien que ya tenga un empleador.”
Hombre
pelirrojo: “...Hmm, parece que es un trabajo peligroso, ¿eh?”
Platina:
“Eso dependerá de cómo lo vea quien tome el trabajo. ...Tú también te ves
bastante fuerte...”
Hombre
pelirrojo: “¿Yo? Ajajaja, no, no, no. No lo soy para naaaada.”
Platina:
“¿Ah no...?”
Hombre
pelirrojo: “No conseguirás nada bueno ofreciéndomelo a mí. Además, este
vecindario está muy cerca de la capital, así que es bastante pacífico. No habrá
nadie que sea tan violento.”
Platina:
“...Ya veo.”
Hombre
pelirrojo: “Pero puede que encuentres a alguien así si vas a otra ciudad.
Bueno, esa es toda la información que puedo facilitarte.”
Platina:
“...Entiendo. Lamento las molestias.”
Hombre
pelirrojo: “No, no. Es lo menos que puedo hacer después de que este imbécil mío
te causó problemas. Oye, ya nos vamos--.”
Delincuente:
“Ehh, urghhh...”
Hombre
pelirrojo: “Nos vemos, chico. Espero que encuentres a un buen sujeto.”
Platina:
“Sí.”
(El hombre pelirrojo se marcha.)
Platina:
“...Mmm. Eso quiere decir que no tengo que tener muchas esperanzas de encontrar
a alguien aquí.”
(En la misma ciudad, de
noche.)
Jade:
“Oh, ¿lo hice esperar mucho?”
Platina:
“...¿Qué tal te fue por allá?”
Jade:
“Bastante bien, diría yo. Escuché un humor de un sujeto que podría estar
bastante bien. Parece que su nombre es Ruby. Es un hombre pelirrojo, con una
gran cicatriz en su pecho.”
Platina:
“¿Una cicatriz en el pecho?”
Jade:
“Así es. Lamentablemente no pude encontrarlo hoy, pero creo que vale la pena
buscarlo y que escuche nuestra propuesta.”
Platina:
“...El tipo de recién.”
Jade:
“¿Eh? ¿Acaso le suena de algo?”
Platina:
“El tipo con el que conversé recién tenía ese aire.”
Jade:
“Qué buena suerte. Será más fácil explicarle nuestra situación la próxima vez
que lo vea.”
Platina:
“...Me pregunto si en verdad será así.”
Jade:
“¿Qué dice?”
Platina:
“No... No es nada.”
(Mapa)
Jade:
“Príncipe, ¿ahora a dónde nos dirigiremos?”
Jade:
“Ok, vamos a ver a Carrol-san.”
Platina:
“Sí...”
Jade:
“Ojalá logre convertirlo en su subordinado.”
Platina:
“¿No te habías arrepentido de sugerirlo a él?”
Jade:
“Sólo le dije lo que la mayoría pensaría. Se lo dejé claro desde un principio,
¿no? A mí me agradan los sujetos como él. Mucho más que aquellos que no intentan
darse cuenta siquiera de que han sido bendecidos desde el principio.”
Platina:
“...”
Jade:
“Ya, entonces vayamos a la iglesia.”
(Frente
a la iglesia.)
Platina:
“¿...?”
Jade:
“...Qué raro. ...No se siente ninguna presencia.”
Platina:
“Es verdad... Ni siquiera las presencias de los niños.”
Jade:
“No creo que sea el caso, pero ¿no se habrán mudado? ...Si es así, no será nada
divertido.”
Platina:
“Espera. ...Hay un papel en el suelo.”
Jade:
“¿Será una carta? ...Sólo espero que no nos hayan puesto otra trampa extraña.”
Platina:
“...Intenta recogerlo.”
Jade:
“Sí. ...¿Oh? Sí pude recogerlo.”
Platina:
“¿Qué tiene escrito?”
Jade:
“Hmm... ¿Qué hacemos con esto? ¿Será algo como una citación a duelo?”
Platina:
“¿Citación a duelo?”
Jade:
“Dice que vayamos a lo apartado de la ciudad. ...¿Qué hacemos?”
Platina:
“¿Con qué?”
Jade: “Que si vamos o no vamos.”
Platina:
“...”
Jade:
“Si no vamos, seguro que no volverá a aparecer frente a nosotros. De alguna
forma, huele a que está decidido a eso.”
Platina:
“...Entonces no tenemos más opción que ir. Puedo imaginar de cierta forma lo
que quiere hacer, pero dar la espalda y no responder no es lo que haría un Rey.”
Jade:
“...Tiene razón.”
Platina:
“Además... Si sólo quisiera hacernos daño, hubiera sido mucho más fácil engañarnos invitándonos a entrar a esta casa. ...Debe tener alguna otra
intención.”
Jade:
“Pero si llega a pasar alguna cosa, huya, por favor. Si algo le pasa al
Príncipe, realmente no habrá nada qué hacer.”
Platina:
“Lo sé.”
(En otra
parte de la ciudad.)
Jade:
“...Debe ser por aquí.”
Platina:
“...Sí que no hay nada en este lugar.”
Jade:
“Tiene una buena vista, eso sí. ...Ah.”
Carrol:
“...”
Jade:
“Muchas gracias por invitarnos aquí. Vinimos a escuchar su respuesta.”
Carrol:
“¿No sospechan que vaya a hacerles algo?”
Platina:
“¿Acaso ganas algo con hacernos daño?”
Carrol:
“...Es verdad. No ganaría nada. Lo único sería que mis náuseas disminuirían un
poco. ...Aun cuando, en realidad, incluso esto sólo me atormentará un día.”
Platina:
“¿Cuál es tu respuesta?”
Carrol:
“......Para ese asunto es “sí”.”
Jade:
“¡Qué bien!”
Carrol:
“¡Sin embargo! ...No planeo obedecer a alguien que sea más débil que yo.”
Platina:
“!”
Carrol:
“No sé si realmente eres un príncipe o no. Tampoco sé si eres digno de ser el
Rey de Naraku. Así que, si hay algo que puede hacer que te crea, es el “poder”.
Si puedes someterme con él, tal como dice la ley de Naraku... entonces admitiré
tu valía. Aunque un día cambies el mundo con tus propias manos, es necesario
que seas capaz de abrirte paso ante las circunstancias que tienes en frente
ahora. Permítame asegurarme de que usted es capaz de eso, y usted, de paso,
podrá darse cuenta de qué tan grande es el poder que poseo y que usted desea.”
Jade:
“Vaya, vaya, qué punto más raro ha alcanzado esta conversación:”
Carrol:
“¿Acaso no puede hacerlo?”
Platina:
“...Por mí está bien.”
Jade:
“¡Platina-sama!”
Platina:
“Él tiene razón en una cosa, al menos. Si no puedo hacerlo algo como esto, no
seré digno de ser Rey.”
Carrol:
“...Era una provocación.”
Platina:
“Está bien.”
Jade:
“Por Dios, cómo cae en su juego...”
Carrol:
“¡Comencemos!”
(Batalla
Platina vs Carrol)
Carrol:
“......Urgh.”
Platina:
“Gané.”
Carrol:
“Así es. ...Usted es muy fuerte, ¿eh?”
Platina:
“Si no lo fuera, no sería el sucesor del Rey, ¿verdad?”
Carrol:
“Sí, así es. Jajaja... qué rabia, no pensé que realmente perdería.”
Platina:
“No permitiré que te retractes de lo que dijiste en un inicio.”
Carrol:
“Cumpliré mi promesa. ...Príncipe Platina. Juro que viviré y moriré por usted.”
Platina:
“...Con eso está bien. ...*suspiro*”
Carrol:
“¿P-Príncipe?”
Jade: “Usó
demasiada energía, Platina-sama. ¿Está bien?”
Platina:
“...Aun puedo seguir, tal vez.”
Carrol:
“¿Lastimé tanto así al Príncipe?”
Jade:
“Seguro que eso también contribuyó. Pero lo importante es que él, en sí, no es
muy resistente físicamente. ¿Ve?”
Platina:
“...Cállate.”
Carrol:
“L-Lo lamento...”
Jade:
“No es culpa suya para nada, Carrol-san. La culpa es de él, por no tener
resistencia física alguna. Dejando eso de lado, ¿los niños de la iglesia no
tendrán problemas si usted se va?”
Carrol:
“Ellos estarán bien. Yo no soy el único que tiene alas, después de todo.”
Jade:
“...¿Qué hacen con sus alas?
Carrol:
“Se las estamos yendo a mostrar a los herejes que confían en los ángeles, a
todos los que encontremos. Es extraño, pero nosotros, los mestizos, somos seres
sagrados para ellos. ...Aun así, claramente no nos tratan como iguales.”
Jade:
“...”
Carrol:
“Por eso, en cuanto a vivir tranquilos, estarán bien. ...Además, la Guerra de
Sucesión no es algo que durará mucho tiempo, ¿no?”
Jade:
“Eso es verdad. ...Debemos ponerle fin lo más pronto posible.”
Carrol:
“Durante ese tiempo, sé que serán capaces de arreglárselas. Si no pueden, sería
un problema porque... quiero que se conviertan en adultos hechos y derechos.”
Jade:
“...Claro.”
Carrol:
“Sí.”
Jade:
“Ya, entonces vamos. ...¿Platina-sama?”
Platina:
“...”
Carrol:
“...¿Por qué no vamos a mi casa para que descanse un poco primero?”
Jade:
“...Parece que no le será posible regresar si no se queda a dormir una
noche...”
Ruby se unió al bando de Alex.
(En la
carpa.)
Jade: “Tengo que hablarle sobre Carrol.
Tal parece que tiene alguna relación con Ruby. Ruby se unió al bando de Alex.”
Platina: “...No creo que mi hermano le
haya ganado en un concurso de quién bebe más.”
Jade: “Mmm, puede que haya usado algún
truco para lograrlo, ¿no cree? Aun así, creo que es mejor que ese sujeto
impetuoso haya acabado sirviéndole al otro bando.”
Platina: “...Eres tan...”
Jade: “Vaya, vaya, por fin conseguimos a uno. Ah, cierto. Se me olvidaba decirle, pero, al reclutar a uno de los personajes, el que tenga una conexión con él se unirá al otro bando. Bueno, si vas a luchar, es mejor que sea con alguien a quien odias. Aplica para cualquiera.”
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Lhodo 01 o Plum 01
- Platina Disc ~ Capítulo 1:
Intermedio
- Platina Disc ~ Capítulo 1: Escena final
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